lunes, 31 de diciembre de 2012

Cronica “I Anaga Trail Solidario”.


Tanta veces he leído divertidas crónicas de diferentes carreras, que quiero agradecer y felicitar, relatando lo bien que me los pase en el “I Anaga Trail Solidario”.


Antes que nada, quiero felicitar a la organización, Fundación Santa Cruz Sostenible por el objetivo del evento,  organizar con un fin solidario se merece todos los aplausos.

Antes que nada, comentar que no había hecho un trail en la vida! Los había visto desde la grada y me había picado el gusanillo pero nada más. A principio de año fui a la TNT de Tegueste, que me encantó,  y se anunció la Super Bike Maratón y como no, siendo primero de año me propuse varias cosas, entre ellas, hacer una carrera, en principio de MTB, sin aspiraciones más allá de vivir la experiencia desde dentro. Pero bueno, el año no dio deportivamente lo que esperaba y la carrera no salió, pensé terminar el año haciendo la San Silvestre pero fuerte fechas malas las Navidades para entrenar, así que también desistí.

Pero me llama mi gran amiga Elena Millán y me intenta convencer para hacer la I Anaga Trail, un trail solidario no competitivo, el 30 de diciembre, que fechas! Le comento que no he corrido en un mes, que apenas hemos hecho km con la bici y el gimnasio casi no le he pisado… pero insiste explicándome que la idea, y lo verdaderamente importante, es echar una mano, que muchos van a hacerla caminando, y que nos desvían para acortar si estamos tardando mucho y que va un buen par de amigos. Llamo a uno de ellos, Fernan, oye conoces el sendero? - Una parte +Está muy roto? –No, más bien pendiente y “escaleras” . Sabe que odio lo roto.

Otra llamada de Helen, me enseña el perfil, “sencillo”, sube y baja, con desnivel, pues me gusta! Que mejor prueba para estrenarse, lo recomiendo!, así que me convence, sabe tocarme la fibrita, jejeje. Aunque un problema de agenda lo retrasa, pero me apunto y que mejor momento, que buscando los reyes de mi ahijado, comprar un juguete, para regalarlo,  que el que lo reciba va agradecer infinitamente. Y así fue.

Mañana del 30, que calor! estamos en Diciembre?, viva las Islas Canarias! Hasta el Josef Ajram se lo sabe, se viene a las Islas y se apunta a correr también. Un poco de organización y preparados para salir. Charlita (o briefing como se dice ahora) y salida neutralizada hasta el paseo de La Avda. Anaga.

Aunque para muchos es un entrenamiento, un buen entrenamiento,  aquí vinieron a correr, y así fue. Me sitúo de mitad para detrás, con un par de colegas, Manolo, venido desde Lanzarote, y Fernan… Fernan? Que haces tan atrás? Ya me había comentado un rato antes que venía en plan vacilón que el día antes entrenó la TNT (… y algo más) y que al día siguiente hace la San Silvestre… pues será verdad que va a ir tranquilito. ¿?

Salida! Y… aaaadiiiioooós Fernando! Que iluso yo… ;)

Como me imagine que pasaría, porque lo había leído muchas veces, inconscientemente intentas ir al ritmo de los de al lado, y yo que soy más diesel que el carajo, voy más rápido de lo que debería. Enseguida me doy cuenta de una buena cagada, llevo la mochila de la bici, que está diseñada para no moverse para los lados pero no para dar brincos y las asas me van rozando el cuello con el trote, me pongo a jugar con las asas para ver si doy con un ajuste mejor, pero nada, pulgares agarrando y a seguir.

No habíamos hecho ni un kilometro, miro el pulsometro, 180ppm! Tamos locos! aflojo, Manolo adelanta.  Con la ilusión de coger resuello antes de cruzar la Avda. Anaga, pues creí escuchar que nos agrupaban para no prolongar la parada de tráfico… POLICIA!! Que hace?! tenía que parar los corredores no el trafico!, cagó en too, encima nos anima, jejeje. Que haríamos sin los cuerpos de seguridad. Pues nada, nos metemos por el barrio de la Alegría y a seguir corriendo. La colega Elena “la de La Orotava”, me alcanza, convencida que los bastones le van a sobrar, comenta dejárselos a unos policías… le bromeo diciéndole que se olvide, por si la detienen, por llevar objetos punzantes por la calle, jejeje

Nos desvían por el barranco de Tahodio, por fin tierra… pero esto que es! Como ha corrido tanto este barranco? Piedras, bolos y toniques como diría algunos de la zona, es el pavimento por donde corremos… que ilusión! Manolo se descuelga un poco y se pone a nuestra altura, nos comenta la caidita de Helen, uff, toda una experta y besa el suelo, el terreno no está para vacilones. Se me hace eterno… Pedro nos espera al final del barranco, cámara en mano y nos vacila, ya van así?, si esto era lo mejor! Pero yo venía empeñado en subir, y eso quería, tramito de asfalto, foto y para arriba, genial!.


Elena Orotava tirando y Manolo que nos comenta que tiene algo de flato, pero sigue el ritmo. Miro el pulsómetro, 156 ppm, perfecto, mis pulsaciones crucero, así hasta donde quieran. Vemos a Helen en lo alto, nos espera, mientras llena agua nos indica que sigamos. Elena O. sigue tirando, Helen nos comenta que hay que “llegar hasta la casa” y ahí en teoría nos desvían.

Elena desiste, que portento! Nos llevo de puta madre hasta pasado la mitad. Manolo coge el relevo, “las Elenas” se retrasan un poco. Seguimos para arriba, Manolo y yo adelantamos a algunos, con los que bromemos y se pasa el rato.

 A todas estas, ¿Manolo, ya pasamos la casa y seguimos subiendo? Ah, pues no se, nadie nos desvió.  Pues nada, sigue. Llegando al final de la subida, diviso el “Pico del Inglés”, me doy cuenta que vamos a hacer todo el recorrido, (o eso creo, aunque viendo el track de Sergio, él se dio un paseo por Catalanes, jejeje), y la verdad que pensar que iba a hacer mas de 14 km, me hace replantearme sino habré sido muy atrevido y me vengo abajo, Manolo se me distancia. Cogemos llano y corro para ver si alcanzo de nuevo a Manolo. Pedro nos espera, “aquí también viene Javi”, signo de que estamos cerca. Sigue sigue… y para adelante! Cojo a Manolo y le comento que me está molestando el calcetín, en la planta, por el interior del pie izquierdo, otra cagada por usar los calcetines de invierno, pero de la bici. Así que como siempre llevo esparadrapo “moderno”, paramos, me pongo un poco esparadrapo en donde me roza y le preguntamos al de Protección Civil, para donde jefe? Ya es todo para abajo! Yija!!! A correr, enseguida me doy cuenta que eso con la bici funciona, pero que corriendo es tan jodido bajar como subir. Bueno, el terreno resbala, pero los Salomon ahí van de puta madre,  aprieto un poco, Manolo me pone los pies en el suelo, “como nos caigamos, hacemos la gracia” cierto, vamos a correr con más cabeza.

Un repecho y nos encontramos a Helen ¿Qué? Y tu donde saliste? Nos vacila, - no vieron que los adelanté? + Flipando, no jodas, si? Pues iremos ciegos…  - que no, que ataje para ayudar en este cruce… + ah!. Eso no se lo esperaba ni el mismísimo Josef, para muestra la foto.,. jajaja. Y Elena O.? Viene un poco más atrás, es que ustedes van como toros, como es Helen para motivarnos! Jajaja Gracias!


Pues para abajo, empieza lo más técnico, un castigo para rodillas y tobillos, pero Manolo tiene claro que, aunque el Trail no sea competitivo, aquí hemos venido a correr, y en cuanto hay un metro posible, se corre, y bien. Al rato me empieza a dar una puntada en el exterior de la rodilla, aja! Y esto?, jamás me ha dolido la rodilla, pues ni idea. Manolo me pregunta si paramos. Le digo que no hace falta, al rato paro sin decir nada y hago estiramientos “raros” a ver si desbloqueo la rodilla, se alivia. Manolo se da cuenta y me espera. Seguimos para abajo.

Me estoy quedando sin agua, hemos pasado algún grifo?, había tres, no? como “vamos ciegos”, dudamos, jejeje. Divisamos uno, genial, para. Relleno, y en lo alto vemos aparecer a Elena O., la esperamos? Dudo un poco, pero convencido de que esta fuerte y que nos va a coger, se lo digo a Manolo y seguimos. Hubiera estado bien, pero iba acompañada y efectivamente un kilómetro más abajo nos coge.

Un poco desorientados en distancia, nos vemos a un lugareño entrado en años cargando más hierba sobre las espaldas que en los canteros de alrededor, le preguntamos cuanto queda, otro que nos bromea… “Más adelante iba uno que tenía más años que yo, así que sigan corriendo que no queda nada”. Y sin rechistar, escopeteados para abajo.

En ese momento llega Elena O., como se alegra, pensaba que se había equivocado en algún sendero. Que maquina! Y eso que también se reservaba para la San Silvestre. ;)
Un rato más tarde, entramos en Valleseco, ya la rodilla me está haciendo hasta señales de humo, pero a estas alturas no paro ni loco. Cogemos asfalto, Elena le deja los bastones a la de Protección Civil, ahora sí que no van a hacer falta. Que grandes también los de Protección Civil, apostados en los lugares más recónditos para orientarnos y dar ánimos.
Ahí ya me descuelgo, los gemelos se pusieron de acuerdo en recordarme que estaban tan duros como lo había sido la prueba para mí. Como me temo que el asfalto se me va a hacer eterno, me pongo a pensar en que Haridian me prometió estar en la meta, así que no me dejo venir abajo y corro para encontrármela, bueno más bien troto, pero intento evitar caminar porque si no, no vuelvo a arrancar.

Ya viendo el mar, se adivinaba la meta, cerca, a nada, paso por debajo del túnel y allí estaban, Haridian y todos de los que me habían acompañado para este día fuera muy ameno. Entre ellos Fernando Cerveza en mano. Bueno y Helen que seguía por ahí en labores organizativas.


En resumen, contentísimo, tocaba disfrutar de la comida contando las anécdotas del día. Con la promesa de volver el próximo año y también la de entrenar bastante más!! Y por supuesto encantado por la cantidad de juguetes que se habían recolectado.







 Gracias a todos, hasta la próxima y Feliz Año!!

Javier González.